jueves, 5 de enero de 2012

Aye-Aye


Si los lemúridos tienen una patria, ésta no puede ser otra que Madagascar; casi todas sus especies se concentran en esta isla inmensa, que se cree es un resto del antiguo e hipotético continente de Lemuria.

Con su cabeza y cola de zorro, sus 22 dientes acerados y sus garras de ardilla, el aye-aye figura entre los representantes más curiosos de la fauna de Madagascar. Tiene el tamaño de un gato y piel espesa y argentada. Como casi todos los lemúridos, duerme durante el día y caza por la noche. Sus esqueléticas manos están provistas de unos dedos largos y huesudos de los que se sirve para explorar las hendiduras y retirar las larvas de insectos que son parte principal de su alimento. Valiente, opone una enorme resistencia a sus agresores. Desgraciadamente sus días están contados, como los de la mayor parte de los lemúridos de Madagascar. El rápido desmonte de la Gran Isla está en trance de suprimir, para estos ejemplares de un viejo grupo que alcanza millones de años de antigüedad, el único ambiente donde podrán subsistir.

CARACTERÍSTICAS

Es un animal arborícola con amplias orejas y unos ojos grandes y amarillos, típicos del animal nocturno que es; esto es debido a que al tener hábitos nocturnos, ha desarrollado unos excelentes sentidos de la vista y el oído. También es rápido y un gran saltador.

Su pelo es negro, ocasionalmente pardo, y su longitud de la cabeza a la cola de unos 55 cm.; pesa de 2 a 3 kg. y puede vivir hasta 23 años.

Se alimenta principalmente de larvas de insectos bajo la corteza de los árboles, que encuentra dando golpes rítmicos con su tercer dedo huesudo sobre la corteza al igual que los pájaros carpinteros. Es capaz de distinguir cualquier pequeña perturbación en el ruido que produce el golpeteo (indicio de una galería de madera carcomida bajo la corteza) gracias a sus grandes y bien desarrollados oídos (su sentido principal), semejantes a los de un murciélago.

Aparte de esta adaptación de su tercer dedo, tiene dedos anchos para agarrarse a los árboles donde habita, quedando una mano con un aspecto extraño con cinco dedos de diferentes anchuras y largos.

AMENAZAS

El desarrollo de las zonas agrícolas y poblaciones en Madagascar están acabando con el hábitat del aye aye, pero este no es el principal motivo de su peligro de extinción, sino su raro aspecto.

Se trata de un animal extraño, que los nativos de Madagascar consideran una especie de demonio. Así pues, debido a su aspecto y sus hábitos nocturnos, se han creado muchas leyendas alrededor del aye aye:

Se dice que si te mira o te señala con su tercer dedo (el más alargado), morirás de manera repentina y horrible en poco tiempo.

En algunas regiones, la superstición ha llegado tan lejos que incluso se cree que ese dedo alargado es para atravesar las aortas de los seres humanos y beberse su sangre y su alma.

Para que esta situación acabe, un grupo de conservacionistas está luchando por preservar al aye aye de una extinción prematura, intentando acabar con las supersticiones.

MEDIDAS DE CONSERVACIÓN

Se pensó durante un tiempo que había desaparecido, hasta que se le redescubrió en 1961. Desde entonces el gobierno de Madagascar ha tomado distintas medidas con el fin de protegerlo a él y a su hábitat.

Actualmente se encuentran 12 ejemplares de esta especie protegidos en la isla reserva de Nosy Mangabe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario