domingo, 10 de mayo de 2009

Chinchilla

UNA PIEL EXCEPCIONAL

Las chinchillas se encuentran difundidas en muchas partes del mundo. Estos roedores de unos 30 cm. de longitud tiene una espléndida piel de excepcional suavidad.

CRIADEROS MUY POBLADOS

En estado salvaje, las chinchillas viven en las montañas de Chile, Perú y Bolivia, entre los dos mil y cinco mil metros de altitud. Tiempo atrás eran muy numerosas y paseando por la montaña se podían ver decenas de ellas, sin necesidad alguna de buscarlas. Más tarde y debido al valor de su piel, fueron sometidas a una inmensa caza, hasta el punto que a principio de siglo estuvieron a punto de desaparecer. Hoy en día la caza de estos roedores esta prohibida, pero las chinchillas siguen siendo muy escasas, y en muchos lugares han desaparecido ya. En cambio hace algunos años son muy comunes en criaderos.

Todo empezó en 1916 cuando un americano llamado Champman se dedicó a explorar montañas en Chile en busca de las pocas chinchillas aún existentes. En 1922 consiguió por fin capturar dieciocho chinchillas y llevarlas a Estados Unidos para intentar criarlas en cautividad. Casi todas lograron sobrevivir y reproducirse; así después de algún tiempo, llegaron a ser tan numerosas como para atender las demandas de otros criadores.

LA CHINCHILLA COMO MASCOTA
estos roedores, que viven una media de entre 12 y 15 años pero pueden alcanzar incluso los 20, son cada vez más populares como mascotas y es que encantos no les faltan.
Las chinchillas tienen una extraordinaria habilidad para saltar y esconderse, además de una excelente visión nocturna. Inteligentes y con gran memoria, cuentan también con un agudo oído y un sentido del tacto desarrollado a través de sus grandes bigotes.
En general, no requieren grandes cuidados, aunque sí hay que tener en cuenta algunos aspectos como la conveniencia de no mojarlas –dado que su espeso pelaje tarda mucho en secarse y podría generar hongos u otros parásitos-, de mantener una correcta alimentación, de cuidar la higiene de sus “aposentos” y de protegerlas de posibles golpes. Por lo demás, ni siquiera es necesario vacunarlas, ya que no existen vacunas específicas para ellas, y raramente desarrollan enfermedades.
Las chinchillas deben alimentarse, principalmente, de heno, concentrados de comida, agua fresca y un aporte de calcio. Todas las hierbas y cereales que les aportemos deben ser naturales y estar bien secos. En general, con 30 gramos diarios será suficiente, aunque cada ejemplar puede tener una necesidad de alimentación diferente. Eso si, hay que tener mucho cuidado de no darles ningún alimento que pueda contener insecticidas o sulfatos, porque pueden ser tóxicos y hasta mortales para ellas.
Eso sí, lo que nunca debemos hacer es adquirir o aceptar como regalo una chinchilla con menos de dos meses de edad, ya que debe permanecer alimentándose de su madre al menos ocho semanas. Cuando llegue a casa, habrá que buscar un lugar cómodo para ella y para nosotros -ya que la noche es el período en el que desarrollan una mayor actividad- y respetar su independencia. Ella misma vendrá a demostrarnos su afecto con suaves mordisquitos cuando nos hayamos ganado su confianza.

2 comentarios:

  1. Son unos roedores muy bonitos. Yo siempre veo alguno en ls tiendas de animales.

    Saludos

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  2. Yo tengo chinchillas en casa, la más mayor tiene 6 años. Son un encanto, pero sumamente destructivas con todo lo que pillan: madera, las paredes... y el hecho de vivir tanto es un motivo para pensárselo antes de tenerlas como mascotas. Hay que cuidarlas y encargarse de ellas, que no son de peluche!
    Yo las adoro, son parte de mi familia.
    saludos!

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