viernes, 10 de abril de 2009

Chow Chow

Debido a su aspecto de osito de peluche, esta raza de gran belleza ha cobrado muchos adeptos en los últimos años. Originario de Asia especialmente China donde es muy apreciado por su sabrosa carne. El Chow Chow es una raza cuadrada de características singulares, como: cabeza ancha y plana, hocico ancho y profundo, lengua azul- negra, ceño fruncido y andar típico Chow Chow. Hay dos variantes, los de pelo largo y los de pelo corto. Los de pelo largo lo presentan abundante, lacio y áspero; el pelo corto es más duro y espeso. Destaca su cabeza en relación al cuerpo, sus orejas son pequeñas, triangulares de punta redonda y erguida, la trufa grande y negra y su lengua azul-negra. El color de su pelo puede ser desde dorado hasta caoba oscuro, negro, azul, canela, blanco y crema.
El Chow Chow parece un pequeño león de lengua negra, algo cabezón y testarudo que necesita educación y sociabilización en tono convincente y con mucha paciencia. Durante la sociabilización hay que ponerlo en contacto con toda clase de ambiente y con extraños y es aconsejable comenzarla de cachorro. No es un perro para cualquiera, con esmero puede convertirse en buen amigo fiel y leal.

El cachorro de Chow Chow debe ser confiado con las personas y debe permitirle que se acerque a su lado. Desde pequeños son muy independientes, hay que ponerlo en contacto con extraños desde jóvenes y variedad de ambientes nuevos. Al nacer la lengua es rosa y se pondrá azul-negra a las seis semanas. El pelo también se oscurece y se volverá más duro con la edad. La diferencia entre el de pelo corto y el largo solo existe en el pelo, en todo lo demás son ejemplares con las mismas características.

Esta raza presenta problemas de displasia de cadera. Requiere de su tiempo para el cuidado de su pelaje, sobre todo en la etapa adulta donde deberá bañarlo y cepillarlo a menudo para facilitar el correcto crecimiento. Pueden presentar problemas en la piel debido a restos de champú, alergias o pulgas. Generalmente viven hasta los 10 o 12 años. Y lo maravilloso es que no huele.

No hay comentarios:

Publicar un comentario